Los rubios - Albertina Carri

http://www.imdb.com/title/tt0319307/ En Los rubios, Albertina Carri inscribe en la forma del relato su propia imposibilidad de recordar a sus padres, los militantes Roberto Carri y Ana Mar�­a Caruso, secuestrados y desaparecidos en 1977 cuando ella ten�­a 4 a�±os de edad. Los Rubios Ficha T�©cnica: Argentina, 2003. Direcci�³n: Albertina Carri. Castellano, color, 89m. Int�©rprete: Anal�­a Couycero. Gui�³n: Albertina Carri. Montaje: Alejandra Almir�³n. Sonido: J�©sica Suarez. Jefe de producci�³n: Paola Pelzmajer. Producci�³n: Marcelo C�©spedes y Carmen Guarini. Exhibida en el 5�° Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires, abril de 2003. Secci�³n Oficial competitiva-Largometrajes - An�¡lisis del Film: Albertina Carri en su pelicula â��Los Rubiosâ�� propone incursionar los senderos de la memoria, detenerse en las grietas abiertas entre el pasado y el presente, aceptar lo que se recuerda, tanto como lo que se olvida o se reinventa. En el film invita al espectador a reflexionar sobre la construcci�³n de la propia identidad â�� la suya y la de toda una sociedad â�� a partir de una ausencia: la de sus padres, desaparecidos y asesinados por la �ºltima dictadura militar Argentina. Sin embargo, â��Los Rubiosâ�� no relata la vida ni la desaparici�³n del matrimonio Carri, Albertina no apuesta a narrar el pasado lejano e intocable, sino que decide interpelar ese pasado y confrontarlo con y desde el presente. Se trata de la b�ºsqueda y de recorrer todos los posibles caminos que faciliten la reconstrucci�³n de la memoria. La realizadora encuentra en el cine mismo la mejor manera de mostrar sus inquietudes, de exponerse. Al ejecutar esta pel�­cula sobre su propia realizaci�³n, se pone al descubierto el artificio (los mecanismos de construcci�³n) y se comienza a jugar en tres niveles: realidad, ficci�³n y documental. El film â��Los Rubiosâ�� est�¡ fragmentado y aparentemente desestructurado ya que, por ejemplo, los relatos de los hechos del pasado se van intercalando con algunas lecturas, fotos, testigos de aquellos a�±os, amigos y vecinos, e im�¡genes de los lugares que la familia habit�³ (como la casa o el campo); tambi�©n utiliza representaci�³n de sensaciones, temores reales o imaginarios de la infancia que comparte con los integrantes del equipo de filmaci�³n en los ensayos y en las tomas. La utilizaci�³n de diferentes recursos est�©ticos y de puesta en escena hace que las capas de sentido se vayan multiplicando: el uso regulado del color y del blanco y negro; la lectura de p�¡rrafos de libros; la asimetr�­a entre el relato de un acontecimiento y la acci�³n que lo acompa�±a; testimonios en proceso de edici�³n -pero editados- de los compa�±eros de militancia de sus padres vistos en televisores como material grabado; las declaraciones de los antiguos vecinos (muchas de ellas reveladas en crudo y sin la mediaci�³n de aparatos); escenas de animaci�³n con mu�±ecos Playmobil (peque�±os mu�±ecos articulados a los que se asigna una identidad a partir de los accesorios que los acompa�±an. De ese modo, s�³lo se diferencian unos de otros a partir de los elementos m�¡s contingentes e intercambiables, como su ropa o los atributos por los que se relacionan con una ocupaci�³n o profesi�³n); los carteles que comunican, cuentan y gu�­an un recorrido; la vuelta al barrio de la infancia y de las desapariciones; la filmaci�³n de la filmaci�³n de la pel�­cula; voces en off; rompecabezas y collages de fotograf�­as e im�¡genes; la visita guiada al Sheraton â��el lugar de detenci�³n clandestina de los Carri-; el testimonio de unos ni�±os (tan nuevos en el barrio como imposibles testigos de lo acontecido); la m�ºsica de Ryuchi Sakamoto y de Charly Garc�­a; las pelucas rubias que definen e identifican al final los miembros de equipo de filmaci�³n. En el film se puede ver que Albertina Carri es interpretada por una actriz que no s�³lo hace de Albertina, sino que adem�¡s aparece enunci�¡ndolo: â��Soy Anal�­a Couceyro y en esta pel�­cula represento a...â��. La pel�­cula oscila entre â��Albertina Carriâ��, interpretada por la actriz y Albertina misma que aparece tomada por una segunda c�¡mara que registra el proceso de filmaci�³n. De la interacci�³n entre estos dos niveles surgen con notable precisi�³n las posibilidades y los limites del cine para representar el sufrimiento. Esto tambi�©n evita una identificaci�³n directa con la realizadora y distancia al espectador. As�­, la actriz se entrevista con los soci�³logos compa�±eros de los Carri y con los vecinos de La Matanza que bautizaron a la familia como \"los rubios\". Albertina aparece dando indicaciones, dirigiendo la filmaci�³n y mostrando en su cara las marcas del dolor que le provocan algunos testimonios, algo que ninguna actuaci�³n podr�­a reflejar de la misma manera. Mezcla de recuerdos, an�©cdotas, fantas�­as. No es un film de denuncia ni un documental hist�³rico sobre los desaparecidos. Es la visi�³n personal de Albertina Carri sobre la desaparici�³n de sus padres y da cuenta de la complejidad de un proyecto que navega entre los modos del cine dentro del cine, el film diario y la ficci�³n. Con todos sus particulares recursos logra probar la dificultad de recordarlos y consigue ensayar un tipo de pel�­cula muy distinto a todos los documentales que trataron el tema de los desaparecidos.

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tocorre (2008-06-19)

Por falta de espacio, sólo voy a seedear esta película por dos semanas. Por favor, a quien le sobre, le ruego que siga compartiendo después que yo.